Cada cual su propia carga
La vida me daba mucho. Vivía en una celebración permanente. Pero un día el destino puso trampas. La sala de fiestas en que se había convertido mi casa ardió. Se apagaron las luces, cesó la música y la fiesta terminó.
Mi mano derrochadora tuvo que alargarse con vergüenza suplicando una limosna. El estampido del descorche del champán fue silenciado por los truenos de las tormentas a la intemperie. Las risas y los besos fueron sustituidos por miradas de desconfianza, de desdén o de aversión.
Seca el alma, no me quedaba más que la piel en los huesos. La ropa me colgaba como los harapos de un espantapájaros. Solamente mi sombra me recordaba que yo seguía existiendo.
Dispuesto a tragar hasta la ultima gota de la copa de la humillación, hacía ya años que rechazaba cualquier tipo de ayuda para salir de la calle. Cambiar de amo no significaba ser libre.
Tan solo aceptaba la tiranía invencible del alcohol que, aunque terrible y devastadora, no tenía nombre ni apellidos.
Refugiado en una nostalgia obsesiva, los recuerdos de mi vida se han atrincherado en mi memoria como valerosos testigos para soportar la ignominiosa realidad de este cada vez mas despiadado presente que me desalienta, si lo comparo con el inmenso y apasionado paisaje de aquel desbordante pasado.
Y al anochecer, poco a poco mi cuello se va inclinando sobre mi pecho ante la desoladora visión de este siniestro presente, triste como un adiós sin mañana. Pero, en mitad de la noche cuando estoy perdido y solo, mi insobornable afán de perpetuar aquellos años que no han de volver, hace que el vino que pasa sin gloria, de la botella a mi boca, pueda lograr el milagro de sentir a mi lado la voz cálida de aquellos rostros que amé que, con compasión me sonríen.
Jo, Miquel, qué vida más dura. Pero que bien la cuentas, deberías escribir un libro con tus textos e ilustraciones, creo que eres un gran artista en todos los sentidos.
Ánimo y adelante!
Animo Miguel, a otros les puede parecer mentira que tengas dentro de ti esos recuerdos tan nítidos, solo el que ha estado en el infierno del alcohol como refugio, le quedan grabado a fuego sus desastres,
Como sabes, lo digo por propia experiencia
¿Para cuando la 3ª entrega de tu obra gráfica?, la espero con impaciencia
Un fuerte abrazo.
Un abrazo desde Lima, Perú. Tu historia y tus dibujos me dan ánimos de cuando en cuando, para soportar los vaivenes de la vida. Saludos, colega.
Estas cosas pasan, yo hace 2 años estaba con el amor de mi vida, era el de los mejores estudiantes de mi centro y de dinero lo suficiente para vivir dignamente, ahora estoy solo, las clases me van fatal, y de dinero a veces no tengo ni para tomarme un cafe, solo me queda ser positivo y esperar a que esto mejore 😦