Delirios de libertad
Nada nos importa que se sepa que nosotros hemos estado en el mundo.
Nuestras vidas, ni en la vida ni en la muerte, merecen más reconocimiento que el olvido y el silencio.
A nosotros sólo nos toca morirnos a oscuras, ser unos difuntos desconocidos y unos muertos del montón, hacinados junto a todos los demás que se desvanecen entre las fosas comunes.
Lo mas seguro es no despertar a quien duerme. Los vivos que se ocupen de sus vidas y viva cada uno por si mismo. Pues para uno mismo sólo muere cuando muere.
Ya hace mucho que dejaron de atormentarnos los odios, los cariños y la denigrante limosna de la misericordia.
Se atreven a culparnos como únicos responsables de nuestro fracaso. Es muy fácil juzgar las vidas ajenas intentando lastimarlas.
Tal vez seamos buenos, pero para los demás, no por eso dejamos de ser malos.
Se nos tiene por locos, borrachos y holgazanes.
Muchos disparates y despropósitos habremos hecho en esta vida, pero no somos los únicos que no los hayan ejecutado antes que nosotros.
La carga horrible de nuestros errores pasados nos aturde, nos aterra y nos empuja a lo mas hondo del infierno.
A la eternidad de nuestra pena no le han de quitar o añadir nada los recuerdos de los otros.
Cuando intentamos ser humildes siempre nos encontramos con el menosprecio y la piedad.
Los delirios de nuestra libertad, a este alejamiento del mundo, lo han llamado la altanería o soberbia del vencido.
La enumeración de los sucesos gloriosos, infelices o temerarios de nuestras vidas, se pueden leer en nuestros rostros devastados por el miedo y la intemperie, testigos implacables de nuestra condena interminable.
Adelantados a nuestra agonía, nos inflingimos todo el daño que podemos.
En nosotros, todo se agita y todo se confunde. Pero nada habrá, nada, que nos obligue a renunciar, a ser solamente por nosotros mismos derrotados.
Miquel, 15 años en la calle. 
No se puede comentar nada, hay que entender y las cosas explicadas por Miguel se entienden maravillosamente, no se pueden expresar mejor los sentimientos de las personas, a ver si aprendemos algo.. Gracias por abrirnos los ojos y la mente. Un abrazo.
No habrá nada que nos obligue a ser, por nosotros mismos, derrotados.
Preciosa frase y una gran verdad. Las derrotas más crueles nos las infringimos nosotrxs mismxs.
nadie deberia juzgar la vida de los demas, su interior no lo conocemos, a veces nuestros propios pensamientos nos atormentan, y pensamos si hubiera hecho esto o lo otro, pero la vida nos tiene el guion marcado, y no hay vuelta atras, pero no debemos sentirnos derrotados por nadie ni por nada
nadie deberia juzgar a nadie , a veces nuestros propios pensamientos nos atormentan, pero tenemos un guion de vida, que no podemos elegir, y no deberiamos pensar porque no hice esto o aquello, ya que en ese momento pensamos que era lo mejor, Miguel amigo tu eres con todo lo que escribes y todo lo que has pasado un CAMPEON, eres rico en tu interior que muchos llevando una vida digamos NORMAL, estan mas muertos que los propios difuntos.
Un abrazo
como siempre,das en el clavo compadre.un abrazote.
Mi nombre es Luis. Soy de Madrid y he llegado a este tu blog de pura casualidad. Me he quedado un rato por aquí y he visto lo que haces y lo que cuentas. Yo conozco a un hombre que lleva muchos años en la calle y con el he realizado un trabajo fotografico y hemos llegado a ser verdaderos amigos. Detras de las apariencias se encuentran verdades como puños unas agradables y otras menos pero de cualquier modo, todas ellas formas parte de la vida de cada cual. No me gusta juzgar a nadie y por lo tanto lo unico que te puedo brindar es mi amistad sincera por si te puedo ayudar en algo.
Desde hoy visitaré este lugar cada vez que lo actualices con nuevas entradas y de este modo espero que lleguemos a conocernos un poco más y a ser más amigos.
Un abrazo Miquel
Miguel la vida no te ha derrotado, el estar contándonos toda tus vivencias y el poder leer tanto tus reflexiones, como disfrutar de tu historia a través de tus albunes, tiene que ser un motivo de orgullo, esas palabras y dibujos tuyos son una gran victoria que se repite cada día.
Un abrazo.
Hola Miquel:
Te he escuchado hoy en la radio, me ha gustado mucho tu forma de hablar, la cultura que tienes y tu sabiduría adquirida a base de palos de la vida. Venía muy depre por varios problemas que tengo, pero bueno al lado de lo que has vivido se me han quedado ridiculos. Te voy a decir que creo que eres una joya, no sé es lo que me ha venido a la cabeza al escucharte. Mucho ánimo y me alegro de que hayas salido de la calle:
Mariví